Admítelo, estás sola. No tienes a nadie en el mundo que escuche ni tu llanto ni tus suspiros. No hay nadie en ese mundo capaz de entender tus miserias y poder ayudarte con ellas. Estas tú sola, no lograrás hacerte con ayuda pero si con aliados.Haz amigos, de los falsos; de los que no les importen tus sentimiento y sólo quieran saciar su sed de ser escuchados, sus ansias de poder sentirse superior a ti y entonces, sólo entonces, podrás sentirte mal. Pero sobrellévalo. ¿Por qué? Porque estas viva. Porque tienes gente - que te odia - a tu alrededor. ¿Qué es mejor que eso? Nada. Porque saber que estas rodeada de tus "amigos", (oh sí, falsos amigos; de los mejores, de los que te matan, te hieren, te insultan, te hunden; los mejores.), es suficiente para ser feliz. No hay más. Tú no mereces tener más. Tú ni siquiera mereces la pena, la gracia es que todavía estés viva; yo quiero que te mueras, ¿sabes? Para mí tener que soportar a alguien como tú es ¡horrible! Ya bien podrías ser una chica normal de esas que ves por todos lados - en clase, en la calle, en tiendas... - y pensar como las chicas de tu edad y no cómo si fueses... adulta. Porque en el fondo eres una cría encerrada en el cuerpo de una niña que está pidiendo auxilio pero con demasiado orgullo como para aceptarlo, niñata. Moribunda, furcia, asquerosa. Aún maldigo la hora en la que nos conocimos, ¿sabes, chata? Hubiese preferido ir con otra mucho mejor que tú pero el Mercado estaba mal y pues... toca lo que toca. Si no puedo acceder a nada mejor pues tú misma sirves por unos años hasta que estes hundida hasta el fondo y se te ocurra la idea del suicidio para dejarme libre. Ansio tu muerte para volver a elegir. Porque... en el fondo me importas... poco, lo sé; mejor que nada. Ya estoy empezando a cansarme de oír tu llanto por la noche porque no eres capaz de vivir bien. ¿Algún día irás al psicólogo a que revise? Que la almohada sabrá todas tus penas pero no hay nada más deprimente que escribir chorradas y luego tragártelas para que la gente no las lea. Que tu estómago ya está harto de la dieta de papel y tinta que le llevas, que quiere comida de verdad que hace días que no la comes para parecerte a los demás.
Pero tú sigue como hasta ahora: pensando que la vida ya no merece la pena, pensando que siendo proana todo se solucionará, pensando que escribes y haces las cosas bien y luego trágatelas - porque al mundo no le interesa nada de lo tuyo - ; todos deseamos verte fallecer.
Atentamente,
tu cerebro.
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