Corre con ansias por en medio de la muchedumbre que sin rumbo vagabundeaba por las estrechas calles de su cuidad mientras los apartaba a lugeros y rudos empujones para hacer notar y poder pasar con una mayor eficacia hasta el final de la acera. Su respiración agitada escapa por sus rosados labios curvados en una sonrisa.
Llega al final y nota el viento correr entre ella sin nadie más a su al rededor. Mira su mano por última vez. Es el sitio, es la hora y faltan las palabras:
"Amigos del mundo, vosotros valéis muchísimo más que cualquier regalo u abrazo"
GRACIAS A TODOS
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