No huyan.

No teman de la oscuridad que aquí se pueda encontrar. No come a las personas, no las absorbe. Sólo formarán parte de un mundo loco.
Entre sin miedo.

viernes, 22 de octubre de 2010

El Tiempo vuela de entre nuestras manos, no somos capaces de usarlo.

- "You've never liked the clock. Tick tock tick tock. If only youth would last, but time goes by too fast..."
La estaba oyendo. Sí, debía ser ella.
Nuestro chico se da la vuelta; esa voz es facilmente reconocible.
- "Everybody needs someone to hold them sometimes and tell them that it's gonna be allright..."
Estaba cantando "Tick Tock" de Hush. Cómo le gustaba esa canción. Recordaba como se la solía cantar mientras, tirada en la cama, dibujaba sus retratos a lápiz para luego guardarlos en el fondo de su corazón.
Pero todo eso ya pasó. No había más amor entre esas dos personas, entre ese hombre y esa mujer; ya son adultos. Ya no creen en cuentos de hadas pero sí en mares helados que les separan, que lo hicieron y que siguen haciéndolo.
Pero amores así, no se olvidan. Amores por los que das la vida y el alma son los que perduran más allá de la muerte, fallecimiento... o cansancio. Pero no fue rutina su pena. No fue nada de eso.
Fue una historia más trágica... Posiblemente nada de eso no hubiese ocurrido si terceras personas no se hubieran entrometido en la relación. Posiblemente todo hubiese sido un sueño sólo. Posiblemente todo hubiese sido bonito. Pero la vida, no es justa...
- ¡No cruces! - repitió Noa.
- Déjala.
- ¡Cállate, Melanie!
- ¡A mí no me mandes callar!
- ¡Tú no pintas aquí nada!
- ¡Oh, vamos! Si estás loquito por mí desde cuarto. No lo niegues - se agachó un poco para quedar a la altura de Noa. Sus escote cayó al suelo, dejó ver todo.
- Eres... una zorra.
Un golpe seco del novio de Melanie fue suficiente para apartar al "amante" de al lado. Cae al suelo, al duro asfalto. Cierra los ojos. Se duerme en un frío sueño. Ya no siente nada más, sólo el ligero dolor de la jaqueca. La frescura de su sangre, su sabor. Y un sonido.
- "You say that time just flies, but mine goes slowly by..." - es Lisa.
Noa se levanta de un salto, se marea. Todavía le sangra la herida de la cabeza. Pero lucha por ver a Lisa, por verla. Debe estar furiosa. Pero todavía canta.
- ¡LISA! - exclama con sus pulmones llenos de desesperación.
Quería abrazarla, decirle que lo que había visto no era real. Explicarle todo y rogar su perdón. Y la ve. Al otro lado de la carretera nevada. ¿Nevada? Nunca nieva en su ciudad.
- Lisa... cariño...
- "Tick Tock..." - sigue cantando.
Lleva el mismo vestido del día en que la conoció. Ese que a primera vista parece arrugado. Ese que lleva un bonito cinturón de cuero trenzado. Ese que la hace parecer un ángel. Y lo es. Es un ángel hermoso, paciente y bondadoso. ¿Por qué iba a quererla hacer daño?
- Tú lo eras todo... - susurra con su voz angelical Lisa.
Noa no sabe dónde meterse y trata de avanzar. Enseguida vuelve atrás. Le duele la pierna que ha cruzado la línea blanca. Le está sangrando. un corte profundo. ¿Cómo? Alarga un brazo y, al cruzar de nuevo ese fino trozo de pintura, algo corta la palma de su mano.
Y Lisa está de frente a la línea. Piensa cruzar.
- ¡Lisa! ¡No! ¡No lo hagas! ¡Hay algo raro! ¡Morirás!
Al oír esa última palabra los ojos dorados de Lisa se iluminan más. Mira al frente, hacia Noa. Parece que le atraviese con la mirada. 
Avanza.
-  Te quería tanto...
Sus ojos están llenos de lágrimas. Su pelo se mueve alborotado a causa del... ¿viento?
- Lisa, ¡atrás! - le aconseja Noa.
Entra entera en la carretera. No parece que le haya pasado nada.
¡Zas!
Su camiseta se rompe. Un corte en el estómago. Sangra.
Avanza.
- Eras todo para mí...
Otro corte más grande al lado del primero.
- ¡Lisa! ¡Sal de ahí!
Noa hace ademán de entrar mas otro corte en el tobillo le impulsa hacia atrás.
- Noa... ¿por qué? - avanza. No pasa nada. - Te quiero.
- Y yo a ti, cielo... - está tirado en el suelo mientras ve a Lisa parada.
Sus miradas se enfrentan. La de su novia es tan fría como la nieve del suelo. Algo la mata por dentro. Un error del pasado la ahoga.
- Mentira.
Y avanza. Un corte bajo la clavícula. Se acerca sitio peligroso.
- ¡Sal de ahí! - Noa se pone de nuevo en pie. Quiere avanzar pero tiene miedo.
- Has jugado conmigo... Me has usado... - avanza. Un mechón de pelo sale volando. - ¿Por qué me hace esto? - avanza. - ¿Me quisiste algún día?
Lugar peligroso. Dos cortes en el cuello. Parecen finos, sangran.
- Lisa, yo te quiero sólo a tí...
- ¡Deja de mentirme! - las lágrimas inundan sus ojos. Corre. Dos zancadas sólo.
Se oye un grito. Noa abre los ojos al máximo. Una de las lindas orejas de Lisa es amputada por completo. Pero ella se levanta. Apenas da un paso a ciegas cuando la otra sigue a su compañera.
- Noa... - susurra Lisa.
- ¡Lisa! - no se atreve a entrar por miedo. Pero quiere. Quiere ir a ayudar a su novia la cual le mira suplicándole ayuda. - Te quiero, te quiero, te quiero y te quiero. - Un corte, esta vez profundo, emerge en el suave cuello de Lisa. Sangra mucho. - ¡Te juro que no es mentira! Eres... lo único que me anima la vida. Te amo.
Es demasiado tarde. Lisa es incapaz de oirle ahora. Apenas puede respirar ya.
- Noa, Noa, Noa... - solloza en el suelo. Pero se vuelve a levantar. Le queda poco para llegar al centro de la carretera.
- ¿Qué pasa? ¡¿Qué coño pasa?! ¿Quién está haciendo la gracia? ¡Para por favor! ¡La vas a matar! - chilla Noa. Sabe que nadie la va a responder. Es más, duda de que alguien vaya a escucharle. Ahora está solo y nada más puede hacer una cosa. No se atreve.
Lisa da pasos a ciegas, no puede mantenerse ya. La sangre la está manchando su bella cara. No puede oir. Perdió el equilibrio al quedarse sin oído. Su vestido blanco ya no lo es, ahora el rojo tiñe su piel. Es su nueva marca. Sufre. La duele. Está avanzando poco a poco. Está encerrada en un huracán de dolor creado por el suyo propio y se acerca al ojo de este. Sus lágrimas se entremezclan con la sangre que corre por su cara y cuello. Está destrozada, no puede más. La queda poco. Cuando termine podrá descansar.
Llega al ojo. La parte más peligrosa de la vida, de la existencia... Del dolor.
- ¿Has oído hablar de la forma más fácil de dejar a alguien sin su único apoyo? ¿Sabes cómo hacer que alguien pierda el caminar? - dos cortes justos atraviesan sus tobillos y la dejan caer al cuelo de bruces - Es quitándole lo que más quiere... Noa... Tú eres mi apoyo... mi camino... - Sigue llorando pero es capaz de reincorporarse hasta quedar sentada de lado. Estira un brazo pero lo pierde. Su otra mano va directa a tapar la herida de su hombro derecho. Ya no puede escribir bonitas canciones, ya no puede pintar como lo hacía. De golpe, lo mira seria - Tú controlas mi vida; si juegas conmigo, me romperé; si me cuidas, sobreviviré.
Noa sabía a que se refería. Pedía ayuda. Demasiado orgullo cómo para pedirlo directamente, así lo hacía. Y él no hacía nada para ir a socorrerla. 
- Lo siento... Lo siento por todo... - dice arrepentida Lisa -  Si... Te he hecho daño... He jugado contigo... No te he valorado todo lo que tenía que hacerlo... No sé que te he hecho para merecer esto pero perdóname... - solloza.
Estaba de pie en el bordillo de la carretera mirando como su chica moría. Y lo hace. Corre. Corre hacia ella y nota como cuchillas afiladas cortan en sus piernas. Nota presión en ellas y se asusta. Pero sigue corriendo. Llega hacia Lisa y se arrodilla ante ella. Le duele todo y nota los cortes y las presiones, le da igual. Dibuja un corazón con su mano para Lisa pero esta sólo echa más a llorar. Moja su dedo en su propia sangre y lo dibuja en la palma izquierda de Lisa. Esta vez, no llora. Se acerca para darle un beso, un último beso.
Se oye un ruido. Cada vez más cerca. No saben que es. Quieren el beso. Lo desean. Están ya cerca cuando ella le da un ligero roce en los labios, le dice "te quiero" y se aparta de golpe. Su cabeza, su bella cara, es partida por la mitad. Se desliza hasta caer al frío suelo nevado. Está muerta. El cuerpo "inerte" de Lisa, de un empujón, aparta a Noa de su lado y lo tira en la carretera.
Noa vuelve al mundo real. Oye nítidamente la voz de Lisa diciendo que se aparte. ¡Está viva! No tiene ni un sólo rasguño. Grita un fuerte "Te Quiero". Una sonrisa asoma en el trsite rostro de Lisa. Pero Noa no ve el camión que viene. Sí ve como el camión arrolla a Lisa. Como un brazo de ella cae al otro lado, como su cabeza rueda hasta descansar a su lado. Nota como la sangre de su chica mancha su rostro. Por un momento no siente las ruedas del enorme camión pasar sobre sus piernas, como destroza sus huesos.
Sólo siente que una parte de él murió con Lisa.
Y ya han pasado casi 50 años de aquella trágica tarde de Otoño en la que perdió a su ser más querido. Y aún sentado en su silla de ruedas, mirando a su única compañera en el mundo, su perra de raza Terranova llamada Lizza, ya mayor, es todavía capaz de oír la dulce voz de Lisa cantando para él.

3 comentarios:

  1. O.O Es emocionante :'(
    Me encanta cómo escribes en serio, desde que leí untitled no he parado de repetirlo :)
    No se porqué pero adoro todo lo que escribes ^^

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  2. oh, me has dejado........:O
    que fuerte, pero que bonito, pero que fuerte, pero que bonito, ains pero que fuerte, joder pero que bonito,.........

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  3. ooou gracias :$
    yo también adoro lo que escribes, como lo escribes y... aww! tu forma entera de expresarte a la hora de escribir Guille! :D [sí pitu, también me encanta lo que escribes y como lo escribes tú :33 que yo SÍ me leo tu blog ¬¬]

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